Cuando miro un
cuerpo inerte y frio,
sin movimiento, vacío.
Entiendo que la vida es un sueño.
Lo importante es andar despierto,
vivir ganando el cielo;
justificada por la fe,
en Aquel que venció por mí
todo lo que puede atar,
mi vida espiritual.
Quiero vivir en libertad.
Y ahondar en su paz.
Sufrir, creer...
esperar y amar...
Cuando miro un cuerpo inerte,
ya no miro a la muerte.
Sino solo aquello que la envuelve
y después un suspiro.
Y se libera plenamente
la autentica realidad.
para encontrarse cara a cara
con el Padre Celestial.