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¡Buen día a tod@s!

"No temas, cree solamente"

El temor impide la acción. A veces, estamos más centrados en nuestras debilidades, que en nuestras fortalezas. Si enfrentamos cada desafío con fe y andamos convencidos de que Dios camina a nuestro lado, la fortaleza interior aumentará y la certeza hará que nuestras acciones nos impulsen a crecer y a avanzar. Si Jesús reina en tu vida, el temor y la angustia dan paso al gozo y la confianza. La fe que persevera siempre verá fruto.

¡A por hoy creyendo!

En armonía

En un silencio espectacular esta mañana  irrumpían notas en mi cabeza despertándome de una manera singular o casi graciosa diría yo, invitándome a la reflexión y búsqueda de mi Creador. Al abrir mi devocional me encontré con este versículo y me impactó:

«Y CANTORES Y TAÑEDORES EN ELLA DIRÁN: TODAS MIS FUENTES ESTÁN EN TI» (Salmos 87:7)

¡Todas mis fuentes! Al  leer estas palabras, rápidamente pensaba en que Dios es el que hace en mí  todo lo que soy.  Parece un poco trabalenguas, sin embargo, es estando cerca de Dios que podemos entender cómo se revela. Lo hace de una manera personal y única, dándonos a conocer sus planes y voluntad para nuestras vidas. El secreto de una vida plena es estar en Él, vivir en Él.

Él ha puesto una naturaleza nueva en nosotros, a través de Su Espíritu Santo. Ha puesto una fuente nueva de agua fresca. Dios no remienda nuestras virtudes naturales, lo que hace es una nueva creación, renovar a la persona en su interior. Dios pone en ti y en mí Sus virtudes propias y nuevas, esas virtudes provienen de Jesucristo.

Transportándolo a un contexto musical,  me imaginaba una nota recostada en su pentagrama, colocadita con su nombre natural. Ese nombre se lo da la Clave, que le preceda.  Pero, si esa nota la armonizamos, aunque siga siendo aparentemente la misma nota, de repente actúa la armonía en ella y deja de estar sola. De una nota suelta pasa a ser un acorde (3 notas)  y su belleza, nombre, color, textura, aroma, brillo, toma un sentido no solamente individual, sino global, sonando con coherencia en el acorde y en relación a la partitura.

Así, en este día,  no deseo ser una nota individual. Deseo vivir en armonía con mi Creador, mi diseñador perfecto, mi  Dios. Que mi vida esté en armonía con la trinidad y suene como un acorde perfecto y se refresque de su Agua fresca y abundante. Que la trinidad actúe en mí y diga como el salmista: “TODAS MIS FUENTES ESTÁN EN TI”.