Han pasado unos días desde que sucedió el terremoto en Lorca… y cuando suceden estas cosas algo se mueve en nuestros corazones. Hay una mezcla de dolor y temor. Sentimos, de alguna manera, la pérdida de nuestros vecinos; pero, también cierta inseguridad ante los movimientos de la naturaleza que nos envuelve. Ninguno estamos libres de pasar por momentos tan duros y difíciles. Las palabras que han envuelto esta noticia han sido… dolor, impacto, miedo, frío, muerte, inseguridad… pero es interesante reflexionar sobre otras palabras que también han tenido su peso en toda esta circunstancia: solidaridad, esperanza, ayuda, cariño, apoyo, cuidado.

Desde estas líneas deseamos enviar a nuestros vecinos unas palabras de ánimo:
“Queridos vecinos, no desesperéis. Procurad que de este suceso salga más fortalecido vuestro amor y vuestra fe. Ahora que vivís momentos de incertidumbre recibid nuestro apoyo incondicional. Algunos irán personalmente a dar lo mejor, otros colaborarán económicamente… y muchos otros rogaremos a Dios, para que los rayos de luz inunden Lorca con soluciones, respuestas y esperanzas alentadoras. ¡No estáis solos!”
 
Y, para aquellos que tenemos nuestras casas en pie que aprendamos que lo que hoy es mañana puede dejar de ser. Quizás esto nos ayude a apreciar las cosas que realmente tienen valor: La fe, la esperanza y el amor.
 
Un abrazo cariñoso para todos y todas.